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viernes, 3 de julio de 2015

El vómito de Carlos

Sorpresón: otro artículo vomitivo del derechón de Carlos Herrera. Publicado en todos los diarios de Vocento el fin de semana pasado, para más señas. "Los primeros estimulantes días del fiestón", el nombre del artículo, no es más que una sarta de generalidades, desvaríos e improperios insultantes a ojos de cualquier persona con un mínimo de sentido común. Gilipolleces varias puestas una tras otra. Gilipolleces, sí; me permitiré el lujo de faltar un poco a tan ilustre figura, como ha hecho él con los nuevos partidos hermanados con Podemos. Pero moderaré mis críticas, no sea que se lo tome a mal y vuelva a las andadas, contándonos su apasionante vida y sus trepidantes viajes.

"El despiporrante espectáculo que están brindando las diferentes candidaturas bendecidas por Podemos en las ciudades en las que han sido aupados al poder, bien por los votos o por las alianzas", por empezar por el principio, suena a reproche a los pactos que han desbancado a su queridísimo Partido Popular. Olvida Carlos que uno más uno es dos, y que dos es más que uno y medio, así que la unión de dos pequeños hace más que el teóricamente grande. Matemática de la más básica. Sigue: "La foto de los concejales triunfantes del Ayuntamiento de Zaragoza dejando el pleno al ser elegidos parecía la borrachera de estudiantes recién salidos de la taberna de la facultad: más de un maño se habrá preguntado, inquieto, si esos tipos van a ser los que solucionen los problemas de la ciudad". Claro que las pintas con las que se presentaron los vencedores y futuros alcaldes fueron la lamentable prueba de que por los ojos se ganan elecciones (y su imagen de descuidados no es más que pose revolucionaria que convence a simplones de izquierdas). Pero de ahí a que eso vaya a empañar necesariamente su gestión en la alcaldía, amigo, hay un paso muy grande. Refiriéndose a Kichi, afirma: "Veremos si hace obra en su despacho para reducirlo, ya que ha resultado «más grande que la casa donde vivo» (sic), con lo que los ciudadanos podrán estrenarse discutiendo si gastar dinero en una reforma para evitar que el de la comparsa se sienta incómodo por sentarse en un despacho amplio". ¿Realmente pensará que puede ser una traba en su labor como alcalde el tener un gran despacho? Seguro que para la facha de su antecesora, aquel vejestorio agarrado al trono, no lo fue. Así que Carlos, en su habitual simpleza argumental, no encontró puntos débiles para criticarla. O no quiso encontrarlos. En cualquier caso, el flamante fichaje de la Cope se encarga de dejar claro que ha estado en ese inmenso despacho. No nos vayamos a pensar que este es un periodista libre que no visita despachos de alcaldes peperos para que le den de comer. De eso no hay.


Sobre el nuevo alcalde de Valencia, dice el grave más presuntuoso de la radio española que "ha gestualizado con lo inevitable: el infantil gesto de no querer la vara de mando ya que él plantea una gestión «abierta y dialogada», muy lejana de lo que conlleva dicha vara. Igual se cree que los alcaldes están obligados a llevar como un apósito susodicho bastón, incluso en los viajes al excusado". A nuestro amigo le viene grande cualquier simbolismo abstracto. Sobre Zapata también se pronuncia: "a este pobre imbécil le han dejado 'solo' de concejal de a pie gracias a su descomunal sentido del humor". Así que admite Carlos que por el sentido del humor puede uno perder su cargo. Cuando ABC, diario del que cobra, ocupaba la portada con una foto de Hitler saludando a niños para resaltar la afabilidad con que lo hacía o cuando apoyaba incondicionalmente el franquismo olvidó pedir dimisiones. Será porque eso no era humor sino teóricamente un diario serio. Teóricamente. No se olvida Carlos de mirar al PSOE: "Todo gracias a esta triunfante fiebre populista. Aupada por sus votos y por el apoyo entusiasta del PSOE de Pedro Sánchez, al que ya veremos si algún día habrá que pedirle explicaciones". Y menos mal que el benefactor del auge populista bolivariano y comunista no ha sido el mismísimo Diablo: Zapatero. Vade retro, Satanás.

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